La
infancia creadora
“La infancia es a veces un paraíso
perdido. Pero otras veces es un infierno de mierda” – (Mario
Benedetti).
Para entender el mundo hay que
entender a la infancia. De niños es cuando empezamos a desarrollarnos,
empezamos a crecer y abrir los ojos. Conforme crecemos vamos recolectado
información, información que con el paso del tiempo nos ayuda a entender más y
más. Esta información que nos ayuda a desarrollar el propio entendimiento del
mundo la adquirimos (por medio del ocio, la diversión y sobre todo la
experimentación) cuando todavía la vida se experimenta. Sin la infancia no
podríamos desarrollarnos debido a la falta de las bases del entendimiento, que
en un futuro nos sirven para relacionarnos con lo que nos rodea. La infancia no
solo son juguetes y diversión, también tiene un peso especial en la persona que
la va a definir cuando sea grande.
El ocio en la infancia es la
infancia misma. De chicos no pensamos realmente a futuro, apreciamos de una
mejor manera el momento, el tiempo no es una variable que nos mueva el piso.
Utilizamos nuestro tiempo para lo que más queramos, yo de niño gastaba la mayor
parte jugando fuera de la casa en el jardín y ahora me encanta estar en
contacto con la naturaleza, sé que es un argumento muy débil para generalizar
que lo que hacemos de chicos se refleja a futuro en nuestros gustos y acciones
pero, si analizamos a fondo encontramos que es un patrón muy repetido dentro las
variadas sociedades. El ocio se manifiesta como diversión, todo de chicos nos
divierte; la infancia es un cuarto lleno de colores, un mundo totalmente
diferente al de los adultos que todo lo ve con los ojos de la inocencia.
La infancia es como un laboratorio
en el que podemos experimentar y aprender sin sufrir grandes consecuencias. Al
mismo tiempo que llevamos a cabo nuestra diversión estamos experimentando y
conociendo; si no tuviéramos este pedazo de vida no podríamos actuar en un
futuro, tendríamos miedo de todo. Al mismo tiempo todo lo que vivimos en la
infancia es más fácil de olvidar, superar; si sufrimos una pérdida nos duele
pero se olvida pronto y entendemos más rápido el proceso de la vida. Cuando
somos chicos no entendemos el dicho: porque nos caemos para aprender a
levantarnos. La infancia sirve sencillamente para caerse, cuando de niños
sufrimos raspones, fracturas, esguinces, todo tipo de golpes, la verdad es que comparando,
no el dolor, sino el tiempo de recuperación, de chicos es mucho más rápido el
tiempo que requerimos de adultos.
Una buena infancia es la clave para
un desarrollo óptimo de la persona. La familia juega un papel muy importante en
la infancia, empezando en las costumbres que inculca en el niño y los
privilegios que le provee (como un buen hogar, buena escuela, etc.). Si la
familia siembra buenos o malos valores (o costumbres) en el niño, de grande va
a reproducir los mismos que le inculcaron. De la misma manera si de pequeños
recibimos una buena educación en la casa y la escuela, es muy probable que de
grandes seamos ciudadanos que sirvan a la sociedad de manera efectiva y
productiva. Una infancia ideal sería en la que todos los días el niño recibe la
atención, el cuidado y la educación necesarios de los padres para crear una
buena imagen de las cosas y que el niño crezca sin miedos y ganas de actuar y
cambiar los defectos de su sociedad. Si la infancia es mala para el niño, va a
crecer sin ganas de actuar, desmotivado por su pasado puede estancarse en el
conformismo.
La infancia es el martillo que forja
a la espada y le da filo. Si unimos todos los puntos vistos anteriormente
claramente se entiende que afectan a la infancia (ya sea positivamente o negativamente).
Es por eso que la infancia es tan importante para la persona, si se viven malas
experiencias en ella se entiende un mundo muy distinto a que si se viven buenas
experiencias. Claro, siempre se puede cambiar esta perspectiva de la vida y la
mejor manera es retroalimentándose de todo y al mismo tiempo no dejar que todo
influya en uno.
Cada quien tiene su historia, su
manera de ver al mundo y yo quiero compartirles la mía. En mi experiencia les
voy a compartir mi más grande vivencia, de chico viví una experiencia bastante
fuerte, además de que fue la primera vez que lo experimenté. Cuando tenía
cuatro años sufrí la pérdida de mi hermano menor y a decir verdad fue un gran
golpe, aunque hoy en día he crecido de una manera enriquecedora, ya que a
partir de aquella experiencia he querido encontrar más y más respuestas de la
vida y retroalimentarme de muchas maneras de ver la vida. Mi punto es que si
uno quiere ser objetivo necesita conocer más y a raíz de mi vivencia he querido
ser más y más objetivo para poder conocerme y conocer mí alrededor.
Mapa
conceptual de la infancia
COLUMNA I
La
autodestrucción inconsciente
¿Qué
pasó mayas?
Este
tema es muy complicado, aunque se sabe que la desaparición de los mayas se
debió a grandes sequías, no sabemos si las sequías se originaron por la manera
de desarrollo de esta civilización.
Ahora
bien, los mayas utilizaban bastante la tala y quema de los árboles para
calentar la cal con la que hacían el estuco (un material para la construcción
equivalente al cemento para nosotros); además de las hectáreas pérdidas para la
agricultura. Como bien sabemos, los mayas solo poseían su mano de obra por lo
que talaban árboles del alrededor de las ciudades. Entre más grande era la
ciudad más árboles necesitaba y entre más árboles necesitaba, mayor distancia
se había que recorrer por ellos. El caso es que cada vez era menos factible la
extracción de árboles para quemar. También el hecho de que las deforestaciones ocasionaron
un desequilibrio en las precipitaciones elevando la temperatura y alimentando
este fenómeno.
¿Se
habrán dado cuenta los mayas de su final? ¿Acaso lo hicieron pero ya era muy
tarde para evitar su fin? ¿Creyeron acaso que nunca les sucedería nada, que los
árboles crecerían por siempre? Pueden surgir muchas preguntas como las
anteriores y realmente no podemos responderlas con certeza, a menos que claro
viajáramos en el tiempo y observáramos lo que sucedió. Bueno quiero dejar al
lector la tarea de reflexionar acerca del tema. Cómo es posible que una
civilización tan grande y con tantos conocimientos pudiera desaparecer sin
anticipar el callejón al que se dirigían inesperada e irremediablemente.
COLUMNA II
La autodestrucción inconsciente
Otros
casos en la historia.
El
proceso de conocer empieza por observar, seguido de inteligir y posteriormente
se crea un juicio; de otra forma las ideas que se toman son simples prejuicios
(ajenos al proceso).
Volviendo
al pasado podemos encontrar varios ejemplos similares a la desaparición de los
mayas. Culturas como la que existió en la Isla de Pascua desaparecieron por el
mal manejo de sus recursos. Esta cultura utilizaba los árboles de la isla para
construir pequeñas canoas y en ellas cazar delfines, además de cuerdas para
hacer redes. Siendo un territorio sumamente pequeño y aislado para la vida, los
nativos exterminaron por sobreexplotación las especies de árboles necesarias
para las canoas y las redes.
Otro
ejemplo es la historia de dominación que se dio en Europa. Analizando las causas
y efectos de porque el imperio romano conquistó varios pueblos, fue por la
necesidad de recursos, no por nada extendió sus dominios hacia el norte de
África y oriente medio (climas más tropicales aptos para la agricultura). A su
vez Roma se formó por la conquista de los pueblos latinos provenientes del
norte, que emigraron al sur por la necesidad de recursos.
¿Por qué
Colon descubre América? Castilla necesitaba recursos y la manera de obtenerlos
era con India, pero no podían atravesar las tierras por las enemistades que
tenían con los demás pueblos. Colon creía, gracias a los estudios de Eratóstenes,
que la tierra no era plana y es por eso que la corona de Castilla le cede el
permiso de ir y dar la vuelta a la Tierra en busca de la India. Regresa con la
mala noticia de no haber encontrado la India, pero con la buena noticia de un
mejor lugar (América).
Como
pueden ver muchos acontecimientos se dan alrededor de los recursos, por la
necesidad de los mismos. Para todos los acontecimientos hay una causa y un
efecto, es cosa de ponerse a observar y no tomar lo dicho por hecho.
Empiecen
a observar.
COLUMNA III
La autodestrucción inconsciente
La sabiduría de pocos.
Cuando
pienso en “La autodestrucción inconsciente” me viene a la mente una muerte
triste y penosa, con las ganas de haber hecho aquello que era evidente hacer
para no perecer. ¿No sería vergonzoso dejar de estar o ser, desaparecer, por un
simple error, un error tan egoísta e inconsciente?
Muchas
veces tendemos a pensar que el pasado es historia; me refiero a que quedó
enterrado, olvidado por la tan envolvente sociedad; que ya hasta creemos que
está muy distante a nuestros tiempos. Pero ¡oh, sorpresa! Hoy día seguimos
reproduciendo errores que como humanos hemos reproducido a lo largo de la
historia y que han marcado hasta un modelo social. Como varios historiadores sostienen;
los procesos históricos que se dieron a partir de los modelos de conquista, que
surgieron con la conquista española en América, son los causantes del Capitalismo.
Un
sistema o régimen económico-social como el Capitalismo, cuyo eje u
objetivo principal es el capital (dinero, valor que se le da a las cosas) es un
modelo que va a sobreponer esos intereses antes que la vida de la gente o un
bien común. Hoy día a raíz de nuestra historia, los humanos vivimos en
sociedades que buscan un gran y único objetivo: el dinero, que obtenemos
principalmente de la utilidad de la materia prima. Tanta es nuestra lucha por
conseguirlo que hemos hecho guerras por su posesión o por estrategia en la
demanda del producto en el mercado.
Un mundo
donde es mejor pagar la multa o mordida que encargarse de las consecuencias de
nuestras acciones, es un mundo encaminado a extinguirse. La empresas (en su
mayoría extranjeras) tienden a irse a países donde la mano de obra es barata y
cuando de sus desechos se trata, prefieren pagar la multa por tirar sus
residuos en ríos-lagos, que construir plantas para tratarlos y evitar la
contaminación que originan sus vertederos. Como ciudadanos preferimos un bien
inmediato y estamos fragmentados dentro de nuestra sociedad, ignorantes de los
demás.
Somos
pocos los que abrimos nuestros ojos. Simplemente en México sólo el 1% de la
población total tiene acceso a la educación superior. Aun teniendo este tipo de
educación no es suficiente; yo observo a “mis iguales”, a aquellos con los que
comparto ser el 1% y me doy cuenta que siguen siendo ignorantes; por simples
acciones como tirar la basura en el piso, arrojar colillas de cigarro al piso, comprar
desechables, etc.
Como
sociedad repetimos acciones que arrastramos del pasado y seguimos ciegos a las
consecuencias que han tenido. Si de verdad queremos marcar un fin a esa
repetición hay que ser conscientes de nuestras acciones y sus repercusiones
instantáneas, a futuro y en conjunto. No quiero que el humano solo haya sido
otra especie más en la historia.
Recensión de Los niños del cielo
Los
Niños del cielo es una película Iraní, el tema central gira alrededor de
una familia de bajos recursos compuesta por el padre, la madre, un hijo y una
hija (menor que su hermano).
El niño, de nombre Ali, pierde los
zapatos de su hermana menor Zahra y como ella no tiene otro par y no pueden
recurrir a sus padres (debido al castigo y a la situación económica en la que
se encuentran), deciden prestarse el calzado de Ali.
Como se prestan el calzado, Ali
empieza a tener problemas en la escuela. Un buen día se entera de una carrera
cuyo premio para el tercer lugar es un par de zapatos. Termina ganándola en
primer lugar; para su suerte su padre consigue un mejor empleo.
En general los hijos deciden no
contarle a sus papás de la pérdida de los zapatos de Zahra, ya que de hacerlo
piensan que serían castigados por su falta de responsabilidad e inconciencia
debido a la situación económica de sus padres.
La relación de los padres con los
hijos es bastante exigente pero cariñosa, esto es refiriéndose a las
obligaciones que deben realizar los niños como comprar la comida, limpiar la
casa, etc. Pero cuando de afecto se trata siempre están unidos, en el hogar,
fácilmente se observa como constantemente están forzados a convivir unos con
otros. Y en una ocasión el padre se lleva a Ali para que lo acompañe a buscar
empleo como jardinero.
En
general la película muestra buenos valores, aun siendo una familia que tiene
poco (económicamente hablando) se observa el apoyo entre familiares. También se
puede ver la magnitud de los problemas que uno como infante puede llegar a
tener y de la determinación, decisión y entrega que les damos.
Autobiografía
Para
empezar esta pequeña semblanza, me gustaría resaltar que: no soy muy bueno
recordando aspectos de mí pasado debido a una experiencia que pocos viven a tan
temprana edad. De hecho esta experiencia va a resultar ser el centro de mi
pequeña autobiografía, expuesta aquí.
Bueno,
primero que nada, nací el 20 de febrero de 1993 en Morelia, Michoacán. Se
podría decir, en general, que el contexto donde me desarrollé era bueno, un
hermano mayor, otro menor y mis dos padres muy amorosos y atentos. Los primeros
12-13 años (cuando entré a secundaria) viví en la misma casa dentro de un gran
fraccionamiento, que en ese entonces era mi más grande fuente de diversión. En
fin, a la edad de 4 años, tanto yo como mi familia, sufrimos la pérdida de mi
hermano menor (el más chico de los tres) y a partir de ese evento, debido a que
era tan pequeño y fue mi primer contacto con la muerte (cosa que para mí era
desconocida), mi mente de cierta forma bloqueó y sigue bloqueando parte de mi
niñez.
Las
cosas se tornaron distintas a como eran antes, aun cuando a esa edad no lo
percaté, ahora sé que sí y me doy cuenta que repercutió y repercute todavía en
mis pensamientos, toma de decisiones, relaciones, etc. Los días siguientes a la
muerte de mi hermano, mis papás decidieron llevarme a mí y a mi hermano a
terapia para lidiar con lo sucedido. Debo creer que de no haber recibido esa
ayuda, mi persona en este momento, mi manera de desenvolverme, sería muy
distinta a como es ahora e incluso sería una persona totalmente diferente. De
cualquier forma, la muerte de mi hermano es algo con lo que siempre voy a vivir
y que día a día voy confrontando y, digamos, aceptando.
En
primaria, recuerdo haber pasado muy buenos momentos, ahí conocí a la mayoría de
mis mejores amigos, hice incluso mi primera comunión. Debo resaltar que ya no
soy cristiano ni nada a raíz de como fue evolucionando mi manera de ver las
cosas. Por esas fechas, una perrita que teníamos raza french poodle, se escapó
de la casa y nunca más la volvimos a ver. Yo me sentí un tanto responsable por
su perdida y siempre solía salir en su búsqueda por todo el fraccionamiento (ya
que no quería perder a otro ser querido) y nunca apareció. Creo que la muerte
de mi hermano me hizo más empático con la vida de otros y sobretodo con los
animales.
Más
adelante, en prepa, fue cuando los problemas volvieron, digamos que durante
primaria y secundaria por ser inmaduro no me preguntaba las cosas que ahora me
pregunto y que añoro responder. Por decir, todo el tiempo sentía que me hacía
falta algo, siempre estaba enojado, pero enojado conmigo, culpándome por qué mi
hermano y no yo… nunca lo sabré. Por mucho tiempo esta idea invadió mi cabeza y
torno las cosas más oscuras a mi percepción, menos amenas, deje de vivir como
quien dice, no disfrutaba las cosas como ahora vuelvo a hacer. En prepa siempre
veía a todos o al menos a la mayoría buscando novia y por querer seguir a la
mayoría me sentía mal con el hecho de no poder y esto ligado al miedo al
rechazo y a la pérdida. Claro que tuve mis experiencias y contactos eróticos,
pero nunca una relación.
Ahora en
la universidad, he aprendido más cosas con el transcurso del tiempo y sigo
buscando respuestas y formulando más preguntas, aunque me sigue siendo difícil
la parte de entregarme en una relación, sigo desenvolviendo y
retroalimentándome para llevar a cabo una vida más plena y consciente. Y
siempre me pregunto y seguiré preguntando ¿por qué yo no?